La inteligencia artificial (IA) está transformando el diagnóstico médico al incrementar la precisión y reducir el tiempo de detección de enfermedades. Este artículo abordará cómo algoritmos de aprendizaje profundo se están utilizando para analizar imágenes médicas y detectar patrones que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos. Colaboraciones entre el MIT y grandes hospitales han dado lugar a aplicaciones en el diagnóstico temprano de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, el uso de IA en medicina no está exento de desafíos, como la privacidad de los datos del paciente y la necesidad de evitar sesgos en los algoritmos. Instituciones líderes están trabajando en marcos éticos y regulatorios para guiar el desarrollo de estas tecnologías y garantizar su uso seguro y equitativo.