El liderazgo en salud desempeña un papel crucial en la configuración de sistemas sanitarios eficaces y resilientes. Estudios recientes de la Universidad de Harvard destacan que los líderes transformacionales en salud no solo deben gestionar recursos, sino también inspirar a sus equipos para alcanzar un rendimiento excepcional. Un ejemplo notable es el manejo de la pandemia de COVID-19, donde hospitales como la Cleveland Clinic implementaron estrategias colaborativas para mejorar la respuesta sanitaria.
Los líderes actuales también deben adaptarse a la digitalización de los servicios de salud, incorporando tecnologías como la inteligencia artificial y la telemedicina. Esto requiere habilidades de liderazgo innovadoras y una comprensión profunda de las necesidades del personal y los pacientes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza que el fortalecimiento del liderazgo en salud es fundamental para abordar desigualdades y promover sistemas equitativos.