La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la atención médica con soluciones que van desde algoritmos de predicción de enfermedades hasta asistentes virtuales para la toma de decisiones clínicas. Según el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Stanford, la IA ya supera en precisión diagnóstica a los radiólogos en ciertas patologías, como cáncer de mama o enfermedades pulmonares.
Además, plataformas como Google Health y Watson Health (de IBM) están trabajando con grandes hospitales para desarrollar IA que predicen complicaciones postoperatorias o respuestas a tratamientos oncológicos. La tendencia en 2025 apunta a una integración ética, donde la IA complementa, pero no sustituye, el criterio clínico humano. Un campo de crecimiento acelerado que ningún profesional de la salud debería ignorar.